El arraigo del ultraderechista Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen se confirma en Francia y sus ideas sobre seguridad y justicia calan en el electorado, que en doce días está llamado a las urnas en la primera vuelta de las legislativas. Poco más de un mes después de la conmoción de la primera ronda de las presidenciales, en la que Le Pen eliminó al socialista Lionel Jospin, el 28 por ciento de los franceses comparte esas ideas, según un sondeo realizado por Sofres para el vespertino «Le Monde» y la emisora «RTL» divulgado ayer.
En 2000, el 17% de los franceses, y el 11% en 1999 se declaraba afín a las ideas defendidas por la extrema derecha, mientras que ahora el 49% se declara «totalmente en desacuerdo» frente al 63% hace dos años. Siete de cada diez franceses cree que el Frente Nacional es «un peligro para la democracia», respecto al 62% en 2000. Sin embargo, Le Pen ha avanzado en tres frentes: el 40% (once puntos más que en 2000) aprueba su postura en materia de seguridad y justicia, el 35% (un aumento de cinco puntos) respalda su «defensa de los valores tradicionales» y el 26% (seis puntos más) sus «críticas contra la clase política».
Si bien el 27% aprueba sus ideas en materia de inmigración, más del 70% discrepa de la «preferencia nacional» que el líder ultranacionalista quiere dar a los franceses sobre los inmigrantes legales en el empleo y las prestaciones sociales, mientras que un abrumador 80% desaprueba sus posturas antieuropeas. La inseguridad, el principal caballo de batalla de Chirac en la campaña presidencial, es ahora la máxima prioridad de su primer ministro, el centroderechista Jean-Pierre Raffarin, ante las legislativas del 9 y 16 de junio.