En una jornada emotiva en la que enlazó la guerra contra el terrorismo con la Segunda Guerra Mundial, el presidente George W. Bush afirmó ayer que Europa y EE UU siguen unidos en la defensa de su seguridad en Afganistán. Bush conmemoró el «Memorial Day», el día en que EE UU recuerda a los soldados caídos en combate, con una visita a Normandía (noroeste de Francia), donde se rindió homenaje a los que murieron en el famoso desembarco del 6 de junio de 1944 y en la gran batalla que le siguió, y que marcaron la liberación de Europa de los fascismos.
Bush y el presidente francés, Jacques Chirac, visitaron el cementerio militar estadounidense de Colleville-sur-Mer. Allí, ante las tumbas de 9.387 soldados estadounidenses caídos en el verano de 1944, Bush recordó las dolorosas pérdidas humanas sufridas por su país por lograr la libertad de Europa. «Para algunas familias de militares de EE UU y Europa el dolor es reciente, por las pérdidas sufridas en Afganistán. Pero sabemos que la causa es justa, y que como otras generaciones, sus sacrificios han salvado a muchos otros de la tiranía y el pesar», indicó.