El Gobierno británico prepara fuertes medidas encaminadas a luchar contra la inmigración irregular, entre las que se incluye el despliegue de buques de guerra para interceptar las pateras en el este del mar Mediterráneo, según un informe que publicó ayer el diario 'The Guardian'. Entre otras medidas figuran la expulsión masiva de inmigrantes ilegales en aviones militares y la ayuda al desarrollo económico de los países de que los proceden, principalmente Somalia, Sri Lanka y Turquía, según el informe confidencial preparado por el Ministerio del Interior en colaboración con una consejera del primer ministro británico, Tony Blair.
Gran Bretaña y Alemania son los países de la Unión Europea que acogen mayor número de solicitantes de asilo al recibir cada uno de ellos un 14'5 por ciento del total en el año 2001. Sin embargo, el número de solicitantes en 2001 aumentó en Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Luxemburgo, España y Suecia, según el Gobierno británico. Un portavoz del Departamento de Desarrollo Internacional avanzó, sin embargo, que puede ser ilegal vincular la ayuda internacional a países en vías de desarrollo con la política de asilo.
En concreto, Tony Blair planea negociar para que Turquía facilite las deportaciones de iraquíes y afganos. Londres también contempla la posibilidad de imponer sanciones a los países que no cooperen contra la inmigración ilegal. Estas medidas podrían llegar a la no concesión de visados a representantes de los gobiernos de esos países.
El informe incluye otras medidas:
- Limitar a 12 meses el tiempo que los demandadores de asilo
somalíes y afganos puedan permanecer en el Reino Unido.
- Elaborar una «lista blanca» de aquéllos que no tengan ningún
motivo para pedir asilo. Sobre todo, los procedentes de Europa del
Este.
- Identificar nuevos lugares en el noroeste para construir centros
que acojan a quienes van a ser deportados.
Las autoridades británicas reclamaron el 15 de mayo pasado el cierre de un campamento de refugiados situado en Sangatte (norte de Francia) en el que unas 1.600 personas (kurdos y afganos en su mayoría) esperan una oportunidad para atravesar el Canal de la Mancha e instalarse en Gran Bretaña. Tras meses de tensas negociaciones entre París y Londres sobre la seguridad del campo, un portavoz del Gobierno galo señaló que están teniendo lugar conversaciones, pero que todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto. Después de mantener el pasado lunes una reunión con Blair, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, anunció su intención de llevar a la cumbre de Sevilla un paquete de medidas reforzadas para luchar contra la inmigración ilegal.