El informe «Pautas del Terrorismo Mundial 2001» indica que Irán, Irak, Cuba, Libia, Sudán, Corea del Norte y Siria mantienen la consideración de Estados «patrocinadores del terrorismo» pese a que algunos de ellos «parecen estar reconsiderando» sus políticas. El documento, de 177 páginas, fue presentado por el secretario de Estado, Colin Powell, en rueda de prensa, durante la cual afirmó que 2001, sobre todo el 11 de septiembre, dejó de manifiesto que «la amenaza del terrorismo es global, de largo alcance, con muchas caras y gran determinación».
Powell dijo que «ninguna nación se puede quedar al margen» de la lucha internacional contra el terrorismo, en una era en la que los grupos terroristas aprovechan los avances tecnológicos «para intentar conseguir armas de destrucción masiva». El documento señala que los países señalados por EE UU han escuchado el mensaje del presidente George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre, en el que advirtió de que cada nación «tiene una decisión que tomar: o están con nosotros o están con los terroristas». Pero mientras Sudán y Libia «parecen estar más cerca de entender lo que tienen que hacer para dejar la actividad del terrorismo», Irán, Corea del Norte y Siria han hecho poco para cooperar con la comunidad internacional, según el informe.
El informe anual sobre terrorismo del Departamento de Estado de EE UU alaba la actuación del Gobierno de Madrid en 2001 contra la organización criminal ETA y contra grupos relacionados con Al Qaeda en territorio español. «España no sólo siguió debilitando al grupo terrorista vasco ETA, sino que detuvo a líderes y miembros de una célula de Al Qaeda», señala el informe. En el caso de España, el Departamento de Estado subraya el compromiso inequívoco en la lucha contra el terrorismo del Gobierno de Madrid y destaca positivamente que esta cuestión se convirtiera en eje central de su Presidencia semestral de la Unión Europea (UE).
Los atentados del 11 de septiembre «provocaron el apoyo inequívoco de Madrid en la lucha antiterrorista», afirma el documento, en el que se recoge que el jefe del Ejecutivo español, José María Aznar, se comprometió de inmediato a trabajar «hombro con hombro» con EE UU. Washington agradece el alto grado de cooperación bilateral entre los órganos de seguridad y la contribución de España a la operación militar aliada que se desarrolla en Afganistán para combatir a la red terrorista de Al Qaeda. Ese combate, añade el Departamento de Estado, se trasladó también en 2001 a España con la detención de seis miembros de Al Qaeda en el mes de septiembre y de otros ocho en el de noviembre.