El Gobierno de EE UU cree que los terroristas que amenazan a este país lograrán eventualmente acceso a armas nucleares, a la vez que continuó defendiéndose de las críticas por su manejo de las alertas recibidas antes del 11 de septiembre. El debate sigue abierto en Estados Unidos y los demócratas pretenden esclarecer el caso exigiendo toda la documentación. Ante el Congreso, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, indicó que los terroristas adquirirán armas biológicas, químicas o nucleares, que les podrían ser suministradas por Irak, Irán, Siria, Libia y Corea del Norte, donde se está desarrollando ese tipo de armamento.
«Los terroristas, inevitablemente, echarán mano de esas armas y no dudarán en usarlas», aseveró el jefe del Pentágono. Destacados representantes del Gobierno norteamericano comparecieron ayer ante varios comités del Congreso, donde reiteraron que las amenazas terroristas contra Estados Unidos se convertirán en una realidad en algún momento, y volvieron a defender la actuación de ese Ejecutivo antes de los atentados más graves de la historia. Mientras, el Congreso avanza hacia la creación de una comisión independiente que investigue qué sabía el Ejecutivo de George W. Bush antes del 11 de septiembre, algo que apoya más de la mitad de la población, según un sondeo divulgado ayer.
La encuesta, publicada por The Washington Post, señala, no obstante, que el apoyo al presidente Bush se mantiene en unos niveles muy elevados, en el 76 por ciento. El resumen del diario indica que los norteamericanos apoyan a George Bush, pero dudan de que pueda evitar nuevos atentados.