El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad la revisión del programa humanitario «Petróleo por alimentos» para Irak, que significa una modificación en el sistema de control de productos que Bagdad compra al exterior. Los defensores del nuevo proceso de control, que entrará en vigor el 30 de mayo, sostienen que la distribución de ayuda será ahora más ágil. «Esta resolución no cambia el alcance de las sanciones, simplemente simplifica el programa humanitario», manifestó el embajador de Rusia, Sergei Lavrov.
Esta es la segunda vez que se revisa el programa «Petróleo por alimentos» desde que se inició en 1996 para intentar suavizar el impacto humanitario de las sanciones impuestas por la ONU, después que Irak invadiera Kuwait en 1990. Los cambios incluidos en el nuevo plan fueron aprobados por unanimidad por los quince miembros del Consejo de Seguridad, después de que Siria superara sus objeciones y decidiera votar a favor de la propuesta. Rusia presentó un proyecto de resolución para levantar las sanciones que todavía está sobre la mesa y que pretende buscar una solución «global y definitiva» al problema económico de Irak. El programa «Petróleo por alimentos» es una excepción al régimen de sanciones y permite a Irak vender petróleo, a través de la ONU, para adquirir alimentos, medicamentos y otros artículos de primera necesidad.
Según el anterior sistema de control, Bagdad tenía que someter todos los artículos que necesitaba a la aprobación del comité de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Para este nuevo sistema de supervisión se ha creado una nueva lista de artículos que Irak no puede adquirir directamente, pero permite que todos los productos que no estén en dicha lista puedan ser comprados directamente sin la aprobación del comité de sanciones del Consejo de Seguridad. La elaboración de la lista tomó seis meses de negociaciones entre Estados Unidos y Rusia, país que tiene bloqueados contratos con Irak por valor de 700 millones de dólares.