El presidente venezolano, Hugo Chávez, admitió tener pruebas de que militares estadounidenses se reunieron con los golpistas que le alejaron fugazmente del poder el pasado 11 de abril, pero que aún no está claro si apoyaron o no a los insurrectos, según dijo en una entrevista por televisión divulgada ayer.
Chávez resaltó que sería «muy dañino» y «nocivo» para Estados Unidos que se constate su participación en el golpe en Venezuela, que le derrocó por menos de 48 horas el 11 de abril, apuntó en una entrevista a la cadena británica BBC divulgada en Caracas.
«Tengo, por ejemplo, pruebas, y las tengo por escrito. Tengo la hora en que entraron, la hora en que salieron de la sede de los golpistas (la mayor base de Caracas, el Fuerte Tiuna) dos oficiales militares de EE UU», agregados castrenses de la embajada de Washington en Caracas, aseguró Chávez. «Tengo sus nombres, sé con quienes hablaron, hay pruebas hasta en vídeo de su entrada, fotografías, registros. Ahora se está investigando qué hacían esos oficiales allí», agregó el mandatario sin identificarles en la entrevista retransmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión.
Mientras, la sociedad civil venezolana volvió ayer a ofrecer a la comunidad internacional su división y polarización política tras celebrar dos grandes manifestaciones por separado en recuerdo a las al menos 17 personas fallecidas durante los enfrentamientos del pasado día 11 de abril y el frustrado golpe de Estado con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Varias asociaciones civiles y organizaciones políticas convocaron ayer a la ciudadanía a concentrarse en varios puntos de la capital venezolana, Caracas, para manifestar públicamente su rechazo a los retrasos y a la tardanza en las investigaciones sobre los hechos del 11 de abril.