Un atentado suicida con coche bomba perpetrado ayer en Karachi contra un autobús provocó la muerte de 14 personas, entre ellas 11 ciudadanos franceses. Las autoridades locales han anunciado ya la apertura de una investigación sobre lo acontecido que contempla la «posible participación» de la red terrorista Al Qaeda.
Una eventualidad que también fue evocada por el presidente paquistaní, el general Pervez Musharraf, en sus conversaciones telefónicas mantenidas con el presidente francés, Jacques Chirac, y con el jefe del Estado Mayor del Ejército galo, el general Jean Pierre Kelche, para quien «occidente y las naciones comprometidas en la coalición» en Afganistán, son blanco de los partidarios de Bin Laden.
Este nuevo atentado contra la comunidad extranjera en Pakistán, esta vez en la capital económica del país, afectó a empleados franceses de la Dirección de Construcción Naval (DCN) que participaban en la construcción de un submarino en Pakistán. En las cercanías de su hotel, un coche bomba chocó contra un autobús de la Marina paquistaní que debía llevarles hasta los astilleros navales. La DCN, que tiene unos 40 empleados franceses en Karachi, decidió inmediatamente repatriar a todos aquellos que cumplen misiones temporales en Pakistán. El atentado también causó más de 20 heridos, entre ellos 12 franceses. Pero según la policía, el balance de fallecidos podría aumentar, pues muchos heridos están en estado grave.
Los testimonios recogidos en el lugar de los hechos dan cuenta de una escena devastadora, con restos humanos ensangrentados esparcidos en el suelo, los cristales del hotel y de comercios vecinos hechos trizas, y el autobús convertido en un montón de hierros. La deflagración fue escuchada a varios kilómetros a la redonda. Varios testigos afirmaron que el coche bomba era un taxi aparcado frente al hotel. «Luego su chofer lo desplazó y chocó contra el autobús en el momento en que subían los extranjeros». Las autoridades paquistaníes dirigieron inmediatamente sus sospechas hacia alguna organización extranjera, particularmente a la red terrorista Al Qaida de Bin Laden.
Musharraf presentó este miércoles su «profundas condolencias» a Chirac durante una conversación telefónica mantenida poco después del atentado. El general Musharraf, que presidió una reunión de emergencia sobre asuntos de seguridad a raíz del atentado, prometió al jefe de Estado francés una investigación «vigorosa y completa», precisó un portavoz del gobierno. Así, anunció que se reforzará la seguridad en las fronteras de Pakistán, en particular en el oeste, para «desbaratar cualquier infiltración» procedente de Afganistán.