Al menos 16 muertos y más de cincuenta heridos, varios de ellos de gravedad, causó ayer el ataque perpetrado por un suicida palestino que se inmoló en un salón de billares de la ciudad de Rishón LeTsión, al sur de Tel Aviv. Se cree que el número de muertos se elevará cuando los bomberos logren extraer a un número indeterminado de personas que aún quedan bajo los escombros.
El ataque se produjo anoche en el «Spillclub», un salón situado en la tercera planta de un edificio de cuatro pisos de la nueva zona industrial de la localidad de Rishón LeTsión. El atentado, que ya ha sido reivindicado por el movimiento integrista Hamas, se produjo en momentos en que el primer ministro israelí Ariel Sharon presentaba su plan de paz para los territorios palestinos al presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Hamas anunció, además, que «vamos a lanzar nuevos ataques esta semana y declarar la guerra santa contra todos los israelíes en respuesta a lo que el Ejército israelí perpetró el mes pasado en el campo de Jenín». El atentado de ayer es el primer ataque desde el perpetrado el pasado 30 de marzo, cuando una suicida palestina activó una carga de explosivos en un supermercado de Jerusalén, al día siguiente de que comenzase una gran invasión militar israelí a las ciudades palestinas de Cisjordania.
Esa ofensiva, denominada «Operación muro de defensa», siguió a una ola de atentados palestinos contra objetivos civiles en varias ciudades israelíes, que en el mes de marzo causaron unos 150 muertos y centenares de heridos. Sharon, según fuentes de su comitiva en Washington, va a anticipar su regreso a Israel, que estaba previsto para el viernes próximo. El atentado de anoche se produce unas tres semanas después de terminar aquella ofensiva a las ciudades palestinas autónomas de Cisjordania, y cuando la población israelí creía que, tras esas operaciones, se había terminado la ola de ataques suicidas.
Los integristas islámicos estuvieron ayer entre los más enérgicos críticos del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, por aceptar el destierro de trece de los 123 palestinos cercados por los tanques israelíes en la Basílica de la Natividad de Belén. El suicida que cometió el atentado de anoche se inmoló al activar sus explosivos amarrados al torso en el centro del salón de billares y cafetería cuando el local estaba abarrotado.