Fuerzas militares y policiales israelíes impidieron ayer que un grupo de activistas del Comité de Salvación Médica entrara en la ciudad de Jenín para prestar asistencia a la población palestina. Un equipo de la organización humanitaria, compuesto por médicos y enfermeras, llegó ayer por la tarde a un puesto militar en la aldea de Yalame y pidió a los soldados que le dejara entrar para llevar medicinas a la población de Jenín. Ante la negativa de los soldados, los activistas bloquearon el paso de un blindado israelí, lo que dio lugar a un violento enfrentamiento entre ambos grupos.
También una agencia de las Naciones Unidas denunció ayer los obstáculos impuestos por Israel a los equipos de salvamento y las excavadoras que tratan de llegar a Jenín, donde esta semana se ha rescatado con vida a siete palestinos que quedaron atrapados bajo los escombros de los edificios. Algunos habitantes de Jenín aseguraron que habían oído gritos procedentes de las ruinas en que han quedado convertidos muchos inmuebles, pero que no pudieron ayudarles, añadió el Organismo de Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La UNRWA imploró a las autoridades israelíes que «abran el campo y permitan a nuestros equipos de socorro ayudar a una población necesitada». En la ciudad y en el campo de refugiados de Jenín se han registrado intensos combates entre milicianos palestinos y el Ejército israelí, que han causado en el campamento la muerte a centenares de palestinos, según fuentes de la ANP, y han dejado sin hogar a unas 3.000 personas, según la ONU.
Unos 30 blindados israelíes, por otra parte, abandonaron anoche la ciudad Jenín, como primer paso en la retirada de las operaciones iniciadas el pasado 2 de abril, según fuentes militares de Israel. Sin embargo, fuentes palestinas aseguraron que si bien los tanques han salido del centro de Jenín, éstos aún permanecen en la periferia y también en el campo de refugiados de la ciudad.