Yugoslavia aprobó ayer por ley las extradiciones al Tribunal de La Haya, tras fuertes presiones de Occidente para seguir proporcionando ayuda a su exhausta economía. La aprobación de la ley de cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), definitiva ayer al recibir el voto favorable de la Cámara Alta, permitirá que las primeras extradiciones se produzcan este mismo mes, según el Gobierno. El viceprimer ministro federal, Miroljub Labus, defendió la ley como «la única posibilidad de que Yugoslavia pueda luchar contra los prejuicios que el mundo tiene contra los serbios» como supuestos principales culpables de las guerras ex yugoslavas.
La ley entrará en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial, posiblemente mañana sábado, indicó el ministro yugoslavo del Interior, Zoran Zivkovic. La normativa prevé un procedimiento judicial acelerado para las extradiciones, que dura unos diez días, y se aplicará a todos los presuntos criminales de guerra inculpados hasta hoy por el TPIY. Serán extraditables todos los acusados que se encuentren en el territorio del país.
La ley prevé, para los que se entreguen voluntariamente, que el Gobierno ofrezca garantías por ellos al TPIY para que puedan defenderse en régimen de libertad provisional. Por otra parte, el presunto criminal de guerra serbio Vlajko Stojiljkovic se disparó un tiro en la cabeza frente al edificio del Parlamento, donde horas antes se aprobó la ley. El ex ministro del Interior serbio Stojiljkovic fue acusado de crímenes de guerra cometidos durante el conflicto de Kosovo en 1999. Las ambulancias llegaron inmediatamente al lugar y trasladaron a Stojiljkovic al Centro de Urgencias, donde se encuentra en estado grave.