Al menos 16 israelíes y 10 palestinos murieron ayer en una sangrienta jornada de violencia dominada por la incertidumbre sobre el futuro del presidente de la ANP, Yaser Arafat, asediado por tercer día consecutivo por fuerzas israelíes. Las víctimas israelíes se elevaron anoche a 16 con la muerte en un hospital de una de las heridas que se encontraba en estado crítico.
Las 16 víctimas israelíes murieron en un atentado suicida palestino contra un restaurante de la ciudad portuaria de Haifa, en el que también resultaron heridas otras 35 personas, dos de ellas aún en estado crítico. Otros ocho israelíes resultaron heridos, uno de ellos grave, en un segundo atentado suicida palestino, en esta ocasión contra un centro médico en el asentamiento judío de Efrata, al sur de Jerusalén. El atacante trabajaba como limpiador en dicho centro médico.
En la jornada de ayer, también murieron 10 palestinos, seis de ellos «ejecutados» por el Ejército, según denuncian fuentes palestinas. Dos de las víctimas, primos entre sí, residían en Tulkarem y fueron sorprendidos en su casa en al aldea de Saida por una unidad de soldados disfrazados de árabes que les dispararon a bocajarro, dijeron las fuentes.
Los otros cuatro «ejecutados» son agentes de la Seguridad Pública palestina que se encontraban en el Centro Deportivo de Ramala cuando soldados israelíes les dispararon mientras iban con el uniforme. Otros cuatro palestinos murieron ayer en Ramala en enfrentamientos armados con las fuerzas israelíes. El número de palestinos arrestados por el Ejército israelí en el distrito de Ramala desde el jueves asciende a más de 300.
Anoche, el Ejército de Israel disparó contra unos 30 hombres, mujeres y niños, que previamente habían sido detenidos y confinados en un edificio de Ramala, aseguró ayer el coronel Jibril Rajub, jefe de la policía palestina de Seguridad Preventiva en Cisjordania. Musa Abu Hemeid, encargado de los hospitales palestinos en los territorios autónomos, afirmó que las tropas israelíes abrieron fuego contra unos 30 palestinos, incluidos hombres, mujeres y niños, y que han asesinado a la mayoría de ellos.