El gabinete de seguridad de Israel, presidido por Ariel Sharon, decidió anoche ampliar la invasión de las zonas autónomas palestinas y perpetuar el aislamiento del líder palestino, Yaser Arafat, en Ramala.
En un discurso a la nación difundido por la radiotelevisión estatal, Sharon justificó estas medidas como una guerra sin cuartel contra el terrorismo palestino que, dijo, «tenemos que extirpar de raíz para salvar a nuestro pueblo».
El «halcón» israelí elevó significativamente el tono respecto a Arafat, quien pasó de ser el «enemigo» de Israel -como lo calificó el jueves pasado- a «un obstáculo para la paz», «un peligro para toda la región» y «el enemigo del mundo libre».
Sharon, que respondía de esta manera a los últimos atentados suicidas de palestinos -tres en tan sólo 24 horas- anunció que Israel va a emprender una lucha sin cuartel contra el «terrorismo palestino» porque sólo así se podrá alcanzar la paz en la región.
En la reunión del gabinete de seguridad, los 14 ministros que lo forman, entre ellos el de Exteriores, Simón Peres, aprobaron la ampliación de todas las operaciones del Ejército en Cisjordania y Gaza, así como la aplicación de un «completo» aislamiento del líder palestino.
Tropas y blindados israelíes se desplazaron ayer por la tarde hacia varias ciudades de Cisjordania y Gaza para estrechar el cerco y preparar una eventual invasión. Sharon destacó en la reunión que, a partir de ahora, Arafat no podrá entrevistarse más con periodistas extranjeros y pacifistas, a fin de reforzar su aislamiento. «Desde mi elección como primer ministro, Israel ha hecho todos los esfuerzos para alcanzar la paz: cooperamos con el enviado especial de EE UU y recibimos terror, cedimos en siete días de calma y recibimos terror, retiramos al Ejército de la ANP y recibimos terror», enumeró Sharon.