El Gobierno israelí confirmó ayer que su primera prioridad sigue siendo alcanzar una alto el fuego duradero con los palestinos, cuya declaración formal podría tener lugar durante las próximas horas, tras una reunión del comité trilateral de seguridad. En ese sentido, en un gesto nada habitual en él, el primer ministro, Ariel Sharon, se comprometió a no lanzar represalias militares por el atentado suicida perpetrado ayer frente a Umm el Fahem (norte de Israel), en el que murieron siete israelíes y el propio 'kamikaze', para así posibilitar la declaración de tregua.
Por otra parte, el Tribunal Supremo dictaminó una sentencia favorable a la compensación económica de algunas víctimas palestinas que sufrieron daños personales como fruto de la represión de la primera Intifada, que podría servir de precedente para la segunda, que dura ya casi 18 meses. La Oficina del Primer Ministro confirmó mediante un comunicado oficial que la principal prioridad del Gobierno sigue siendo alcanzar una tregua duradera y sostenible con los palestinos, y que para ello supeditaría cualquier tipo de respuesta militar a eventuales atentados a la consecución de dicho objetivo.
El Gobierno israelí optó así por la contención después de que tuviera lugar un nuevo atentado suicida dentro de un autobús que hacía la ruta Tel Aviv-Nazaret. Entre las víctimas se encontraban cuatro soldados y tres civiles, de éstos un ciudadano árabe-israelí, cuya identidad no ha hecxa pública todavía dada la gran dificultad que presenta el trabajo forense después de este tipo de atentados.
Tras reunirse con el gabinete de seguridad, Sharon acusó Arafat, de no haber dado las instrucciones y tomado las medidas necesarias para evitar que se produzcan nuevos episodios violentos. Por otro lado, portavoces la ANP condenaron el último atentado y aseguraron que la declaración de alto el fuego es algo inminente, y su formalización requiere solamente de la reunión del comité trilateral de seguridad.
Por otro lado, el presidente de la ANP, Yasir Arafat, y el vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, podrían reunirse la semana que viene en El Cairo, según dijo ayer el canal de televisión qatarí «Al Yezira». Por su parte, el presidente de EE UU George W. Bush dijo ayer que estaba «frustrado» por la violencia en Medio Oriente y exhortó al líder palestino Yasir Arafat a hacer «un mejor trabajo» impidiendo los ataques contra Israel.