El líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, ha pedido medidas urgentes para que Italia deje de ser un «coladero» de inmigrantes clandestinos, tras la llegada a las costas de Sicilia de una nave con cerca de un millar de kurdos de origen iraquí. Bossi, ministro para las Reformas y socio de la alianza conservadora en el poder, solicitó ayer que el Parlamento tramite con procedimiento de urgencia la nueva y restrictiva ley sobre la inmigración que su formación ha promovido y trabaje para evitar la «invasión» de nuevas «hordas» de clandestinos. Igualmente ha solicitado la creación de un «comisario único» sobre la inmigración clandestina, al tiempo que ha denunciado la ineficacia del Ejecutivo en frenar este fenómeno debido a la diferencia de diversos organismos con competencias en la materia.
«Cerrar el coladero es una empresa titánica, pero debemos conseguirlo», aseguró el líder de una formación ex secesionista y conocida por su postura xenófoba. Bossi llegó a afirmar que «hay que hundir con cuatro cañonazos los buques vacíos de los inmigrantes, para enviar un mensaje a los traficantes de gente». Las declaraciones del líder de la ex secesionista Liga Norte suscitaron malestar entre los demás aliados de la coalición de gobierno. Ante esta situación, el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, defendió hoy la inmigración, «indispensable en la Italia de hoy, siempre que sea gestionada». «En las situaciones de emergencia el espíritu humano no puede prevalecer sobre ninguna otra consideración».
La afluencia masiva de inmigrantes ilegales a las costas del sur de Italia preocupada cada vez más al Gobierno del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que quiere decretar el estado de emergencia en Sicilia (sur), tras los últimos incidentes relacionados con los clandestinos. Por su parte, los mil inmigrantes ilegales kurdos que llegaron el lunes al puerto de Catania, fueron trasladados ayer a Bari, donde serán instalados en un centro de acogida del aeropuerto militar de Bari-Palese.