La Comisión Europea decidió contraatacar ayer a EE UU con las «reglas del juego» fijadas por la OMC y advirtió de que el mercado mundial del acero «no es el Lejano Oeste», a la espera de una eventual condena de esa institución multilateral. Washington «ha tomado una medida injusta e infundada económica y jurídicamente. Responderemos en el marco de las reglas internacionales. El mercado de acero mundial no es el Lejano Oeste. Existen reglas de disciplina que son la garantía del sistema multilateral», dijo el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy.
En una conferencia de prensa al término de la reunión semanal del colegio de comisarios europeos, Lamy destacó que «la UE es la principal víctima de la medida adoptada por EE UU, ya que representa más de un 25 por ciento de las importaciones estadounidenses de chapas en caliente, chapa laminada en frío y chapa revestida». «Estos son los productos más afectados porque se les impondrá un gravamen de un 30 por ciento», indicó el comisario de Comercio.
Resaltó que la UE exporta 4 millones de toneladas de acero a EE UU y que según los cálculos comunitarios «cerca de las exportaciones europeas de acero se verán golpeadas por esas medidas tarifarias». Lamy informó ayer de la intención del Ejecutivo de Bruselas de obtener de manera «inmediata» de la Organización Mundial del Comercio (OMC) «una condena» de esa medida proteccionista. La UE impondrá medidas de salvaguarda para evitar un aumento de las importaciones de acero a la UE y pedirá a Washington compensaciones «por valor de las importaciones afectadas».
La decisión de Bush de proteger la producción estadounidense de acero ha suscitado igualmente la unánime condena de los principales países productores, no sólo en Europa. Otros países afectados, como Japón, Brasil y Corea del Sur, anunciaron que estudiarán la presentación de recursos ante la OMC.