El coronel disidente Pedro Soto, quien pidió la renuncia del presidente venezolano, Hugo Chávez, se negó ayer a aceptar la sanción de pasar a retiro ordenada por el Gobierno, y pidió a los ciudadanos que salgan a la calle a defender la democracia y la libertad. Soto, cuya sanción fue firmada el miércoles por el gobernante, se declaró «en desobediencia», y dijo que se queda «en la calle uniformado. Que venga el presidente Chávez a quitarme el uniforme». «Mi problema no es lo principal. Tenemos que ocuparnos de algo más importante como es lo que está ocurriendo en Colombia. Esa guerrilla se va a venir a Venezuela.
Estamos en peligro. Salgamos a la calle a defender a Venezuela», dijo Soto a los periodistas. El militar señaló que su crítica contra Chávez tiene por objeto generar «el despertar de todos, para que el pueblo tome conciencia y entienda que la libertad y la democracia están en peligro».
A preguntas de los informadores retomó el problema colombiano y afirmó que «si Chávez no estuviese vinculado a la guerrilla ya hubiese enviado a la fuerza armada a la frontera para que los guerrilleros no entren a Venezuela». El coronel Soto pidió al pueblo y a las fuerzas armadas que defiendan la democracia y la libertad con la desobediencia civil.