El ministro de Finanzas de Canadá, Paul Martin, dijo ayer que Argentina ha «tomado medidas positivas» hacia la superación de su crisis, pero «todavía le falta mucho por hacer». Martin confirmó que la crisis de Argentina será discutida en Ottawa este fin de semana por el Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados del mundo.
Opinó, horas antes del inicio de la cumbre que el Gobierno argentino «ha tomado medidas positivas» para tratar de superar la crisis en la que está sumido el país, pero opinó que todavía le falta mucho por hacer y ese parece ser va a ser el sentir del G-7. Martin insistió, como lo viene haciendo Estados Unidos, en que Argentina «debe seguir trabajando con el Fondo Monetario Internacional (FMI)» para acordar un programa que merezca el respaldo financiero de los organismos multilaterales.
Precisamente el director gerente del FMI, Horst Koehler, dijo ayer que la reapertura de bancos y mercados cambiarios en Argentina «será un buen paso adelante». El FMI, que ha guardado silencio durante toda la semana tras las medidas anunciadas el domingo por el ministro argentino de economía Jorge Remes Lenicov, hizo público ayer un comunicado de cinco líneas en el que, además de referirse a la apertura de los bancos, asegura que espera la visita del ministro Remes el próximo martes.
El presidente argentino, Eduardo Duhalde, lanzó la pasada madrugada un plan para reducir la cantidad de legisladores nacionales y provinciales y los gastos políticos, reformar el régimen electoral y, según el mandatario, echar las bases de una «segunda República» Argentina. Duhalde debía anunciar en su mensaje televisivo una reforma pactada con 23 de los 24 gobernadores y que permitirá en un primera etapa reducir en unos 500 millones de dólares los gastos de órganos legislativos.