El regreso a Italia de los herederos de la Casa de Saboya entró ayer en su recta final al aprobar el Senado la reforma constitucional que pondrá fin a 55 años de «exilio» de la familia real con la que se consumó entre 1861 y 1870 la unidad italiana. En la primera de las cuatro votaciones previstas por la ley para modificar la XIII disposición transitoria de la Carta Magna, 235 senadores votaron a favor, 19 lo hicieron en contra y 15 optaron por la abstención.
Las puertas de esta amplía mayoría las abrió de par en par la declaración de fidelidad a la República hecha por sorpresa el pasado domingo por el heredero del trono, Víctor Manuel, y por su hijo, Manuel Filiberto, que nunca ha pisado territorio italiano. Este reconocimiento expreso disolvió las dudas que persistían en algunos sectores del ex comunista Demócratas de Izquierda (DS), que finalmente votaron a favor con la excepción de seis disidentes.
Sólo dos pequeñas formaciones comunistas representadas en el Senado se pronunciaron globalmente en contra, mientras que los Verdes dividieron sus votos, aunque la mayoría se decantó por el «no». Por la abstención se inclinaron, en cambio, los representantes de la ex secesionista Liga Norte del polémico Umberto Bossi, aliado del primer ministro Silvio Berlusconi. Al tratarse de una modificación de la Carta Magna, la ley para el regreso de los Saboya debe ser debatida en doble lectura por el Senado y por la Cámara de Diputados, con un intervalo de tres meses. Si no se consiguiera la mayoría de dos tercios que auguran todos los cálculos parlamentarios, la ley debería ser confirmada en referéndum.
Un eventual plebiscito cuenta con todos los pronunciamientos a su favor, según las diversas encuestas, que cifran en cerca del 80 por ciento los italianos partidarios del regreso de los Saboya. Los recelos, contrariamente, se concentran ahora entre sus más afines partidarios, que han recibido con «amargura» la carta de acatamiento de las instituciones republicanas por parte de Víctor Manuel. La Unión Monárquica Italiana (UMI), la asociación más antigua de apoyo a los Saboya, que fue fundada en 1944, ha anunciado que da por rotas las relaciones con el heredero al trono y su hijo.