El ministro español de Defensa, Federico Trillo, propuso hoy en Múnich seguir en el «terreno internacional» los principios de la lucha anti-terrorista en España: respeto del estado de derecho, movilización social y cooperación exterior. Trillo intervino en un debate dedicado al «impacto europeo del terrorismo» en la Conferencia de Política y Seguridad de Múnich, donde habló de la experiencia española y de las iniciativas antiterroristas que España espera impulsar durante su presidencia semestral de la Unión Europea (UE).
La necesidad de seguir adelante con la guerra antiterrorista más allá de la persecución de la red Al Qaida y Osama Bin Laden, fue el denominador común de los primeros debates en la Conferencia de Múnich, que comenzó ayer con un foro sobre terrorismo. El principal orador de EE UU, el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, no citó próximos objetivos de la campaña contra el terrorismo, pero recalcó que lo que se pretende es «prevenir los ataques, no sólo castigarlos» y que la mejor manera de prevenir el terrorismo es «llevar la guerra al enemigo». El senador republicano John McCain y su colega demócrata Joseph Lieberman fueron más explícitos y señalaron a Irak como uno de los «claros peligros presentes» (en palabras del legislador demócrata) contra los que hay que actuar. «Los dictadores que dan refugio a terroristas y construyen armas de destrucción masiva saben que su comportamiento es en sí mismo un «casus belli», y a nadie se puede aplicar mejor tal ultimátum que a (el presidente iraquí) Sadan Husein», aseveró McCain.
En vísperas de la conferencia, los organizadores del foro indicaron que Estados Unidos tenía especial interés en abordar el tema de Irak y se esperaba una declaración de Wolfowitz en tal sentido, pero fueron los legisladores quienes dieron a entender que ese país puede ser el próximo objetivo de la campaña contra el terror. Wolfowitz subrayó que, si bien antes de los atentados contra Estados Unidos del 11 de septiembre el terrorismo era casi un mal «aceptado», ahora esto ha cambiado radicalmente. Otros políticos presentes señalaron esa toma de conciencia del peligro que representa el terrorismo y la importancia de que se tenga en cuenta como una amenaza de la máxima gravedad.
La cuestión de la definición del terrorismo y la gravedad del problema centró también parte de las intervenciones más esperadas de la conferencia, la del ministro paquistaní de Asuntos Exteriores, Abdul Sattar, y la del consejero de Seguridad indio, Brajesh Mishra, cuyos países están de nuevo enfrentados por Cachemira. Sattar condenó los recientes ensayos de la India con misiles balísticos y manifestó que «la situación actual pide moderación y no acciones que puedan causar una conflagración» y comentó que la actuación india fue «poco razonable y mereció la censura internacional».
Mientras varios miles de personas se manifestaron ayer en contra de la Conferencia, pese a la prohibición de este tipo de actos por las autoridades muniquesas. No hubo incidentes graves ni choques violentos con la policía pero cerca de 60 manifestantes fueron detenidos provisionalmente. «Hasta ahora, todo ha transcurrido pacíficamente», dijo un portavoz de la Policía de Múnich.