Un viceministro del Gobierno ruso y otros 14 militares murieron ayer en un aparente atentado que fue inmediatamente reivindicado por los separatistas chechenes como «nuevo golpe doloroso al Kremlin», según diversas informaciones. La muerte del general Mijaíl Rudchenko, viceministro del Interior del gabinete del presidente Vladímir Putin, sería la primera de un alto cargo del Gobierno en la guerra de Chechenia.
Pero ni el mando de las tropas en Chechenia, ni el Kremlin, ni el Gobierno confirmaron de forma oficial la causa del accidente de un helicóptero Mi-8 en el que viajaban los militares. La catástrofe se produjo cuando el Mi-8, ocupado según diversas fuentes por 14 ó 15 personas, estalló o se incendió en el aire cerca de la aldea de Shelkóvskaya, en el norte de Chechenia.
Todos los ocupantes del helicóptero, entre ellos otro general y tres coroneles, perecieron al instante, según informó un portavoz del ministerio del Interior. Además del general Rudchenko murieron el general Nikolái Gorídov, jefe adjunto de las tropas de Interior, y los coroneles Yuri Orlenko, Yuri Stepanenko y Alexandr Trofimenko, así como seis ó siete militares más y tres tripulantes.
La desaparición de los generales Rudchenko y Gorídov elevó a cinco el número de generales rusos que han perdido la vida en los 28 meses de la guerra de Chechenia. El 19 de enero del año 2000, el general Mijaíl Maloféyev cayó en el curso de una cruenta batalla en Grozni, capital de la república separatista.