Los dos primeros militares españoles enviados a Afganistán ya están trabajando sobre el terreno, después de aterrizar la madrugada del miércoles en Kabul con representantes de una docena de países más que van a participar en las fuerzas multinacionales de seguridad. El comandante Antonio Carrión y el capitán Andrés Castán, junto a unos 20 miembros más del «grupo de reconocimiento», recorrieron ayer la ciudad de Kabul para estudiar la situación y encontrar sitios adecuados para alojar a las tropas. Ambos militares, además de buscar «posibles asentamientos para nuestras fuerzas», deben enterarse de las condiciones que existen para las comunicaciones, el transporte y el abastecimiento del contingente español, explicó el comandante Carrión.
Después de unos días de intensa actividad en Kabul, los dos militares volverán a España para presentar un informe detallado a sus superiores. Las «Fuerzas Internacionales de Asistencia para la Seguridad» (ISAF), encabezadas por el Reino Unido, van a sumar unos 4.500 efectivos, probablemente dentro de pocas semanas, y se prevé que España pondrá alrededor de la décima parte de ese número.
Mientras, la situación entre la población civil afgana no parece normalizarse. Ayer, miles de afganos se concentraron en la frontera con Pakistán para intentar salir del país, en un movimiento inesperado que las agencias internacionales aún no se explican y que revierte la tendencia registrada en las últimas semanas. Según informó ayer el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), entre 4.000 y 5.000 afganos se encuentran desde el pasado martes en la zona neutra entre los dos países, cerca del puesto fronterizo de Chamán. El problema es que al otro lado, en Pakistán, los campos de refugiados ya están llenos.
Por su parte, el presidente del gobierno interino de Afganistán, Hamid Karzai, defendió ayer la continuidad de los bombardeos estadounidenses sobre Afganistán hasta la erradicación total del terrorismo, pero expresó su preocupación por el creciente número de víctimas civiles. El apoyo de Karzai se produce después de que ayer se conociera que los bombardeos estadounidenses habrían matado a Zqri Ahmudullah, el jefe de inteligencia de la milicia talibán de Afganistán, según la cadena de televisión CNN. Según CNN, Abdullah Tawheedi, el subjefe de los servicios de inteligencia del régimen interino de Afganistán, instalado la semana pasada por EE UU, dijo que Ahmudullah había muerto en el distrito Zadrán hace dos o tres días.