El secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, dijo en la Casa de Gobierno que De la Rúa ya envió su renuncia al Parlamento. El jefe del Estado puso fin a su mandato dos años antes del plazo previsto en la Constitución Nacional y en medio de una crisis social que derivó en violentos desórdenes y una revuelta popular. El sucesor natural de Fernando De la Rúa es el presidente provisional del Senado, el peronista Ramón Puerta, pero dentro de un plazo no mayor de 48 horas deberá reunirse la Asamblea Legislativa -que reúne a diputados y senadores- para elegir al nuevo presidente. Las cámaras legislativas están dominadas por el Partido Justicialista (peronista), amplio ganador de las elecciones parlamentarias del pasado 14 de octubre.
Cuando Fernando de la Rúa firmó la renuncia, las calles céntricas de Buenos Aires eran escenario de violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes. De la Rúa deja a Argentina en medio de una crisis financiera que ha puesto al país al país al borde de la suspensión de pagos, un nivel de desempleo que afecta al 18'3 por ciento de la población y un tercio de la población bajo la línea de pobreza. Dos horas antes de renunciar, De la Rúa había convocado al peronismo a sumarse a un Gobierno de «unidad nacional», propuesta que la oposición rechazó de inmediato. De la Rúa pidió a los peronistas que respondieran con «grandeza» a su propuesta de incorporarse al Gobierno.
En un discurso pronunciado cuando aún se libraba una verdadera batalla campal en la plaza de Mayo, el presidente se mostró dispuesto a hacer los cambios políticos y económicos que sean necesarios, pero no a dejar las riendas del poder, y volvió a insistir en la idea de crear un gobierno de «unidad nacional». El portavoz presidencial Juan Pablo Baylac advirtió después de que De la Rúa sólo dimitirá si el justicialismo no acepta su propuesta de formar un Gobierno patriótico. «Estoy convencido de que sólo la unidad nacional puede levantar el país», dijo el presidente.
De la Rúa invitó formalmente al Partido Justicialista (PJ, peronista) a sumarse al Gobierno en aras de la gobernabilidad e institucionalidad del país, y le pidió rapidez en la respuesta. «Los convoco con toda amplitud y generosidad para que traigan ideas, propuestas y cambios», afirmó. La respuesta del peronismo fue negativa y precipitó la dimisión de De la Rúa. Es más, el ex presidente Carlos Menem, jefe formal de la oposición peronista, rechazó enseguida el Gobierno de unidad nacional y propuso el titular del Senado, el también peronista Ramón Puerta, asuma la Presidencia del país. Horas antes el Gobierno en pleno presentó la dimisión a De la Rúa para que aplique los cambios que crea necesarios. Sin embargo, el presidente rechazó todas las dimisiones, excepto la del ministro de Economía, Domingo Cavallo, a quien los argentinos responsabilizan de la crisis.