La milicia del movimiento Al-Fatah, cuyo fundador y líder es Yaser Arafat, anunció ayer en un comunicado oficial que acepta el alto el fuego y que cesará todas las actividades armadas contra objetivos de Israel. «El movimiento Al-Fatah aprueba todo lo que el presidente Arafat declaró el pasado domingo, incluido su llamamiento al alto el fuego», señala el comunicado en referencia al mensaje del líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el órgano ejecutivo que gobierna en las zonas autónomas de Cisjordania y Gaza.
Por otra parte, una fuente de Hamás desmintió ayer, a través de la página de internet de la organización, que el movimiento islamista radical palestino haya decidido detener los ataques suicidas contra Israel, tal como había anunciado poco antes uno de sus responsables. Asimismo, un portavoz de la organización, Abdel Aziz Rantisi, también desmintió la información, según informó el diario israelí 'Haaretz'. No obstante, el portavoz de Hamás en Cisjordania, Hassan Yussuf, no quiso confirmar ni desmentir la posible «tregua» del movimiento, según el mismo rotativo. Hamas rechazó el lunes el llamamiento lanzado el domingo por Arafat, que pidió el cese de todas las operaciones antiisraelíes.
El movimiento Fatah del presidente palestino exhortó el miércoles a las facciones palestinas a respetar el llamamiento de Yasser Arafat. El Shin Beth, servicio de seguridad interior israelí, recogió informaciones según las cuales ambos grupos preparaban «atentados de carácter estratégico», indicó ese responsable bajo cubierto de anonimato.
Por otro lado, el primer ministro israelí, Ariel Sharón, manifesto ayer miércoles que Jerusalén es la capital indivisible y eterna del Estado de Israel, dejando entrever que no cederá ninguna parte de ella a los palestinos. «Jerusalén es la capital reunificada e indivisible de Israel, y el Monte del Templo el lugar más sagrado para el pueblo judío para la eternidad», afirmó Sharón ayer tarde durante el trnascurso de un acto público en esta ciudad.