En lo que se ha definido como un nuevo paso en su guerra contra el terrorismo internacional, Estados Unidos lanzó hoy una ofensiva contra las finanzas de Hamás, el grupo terrorista palestino responsable de los últimos atentados suicidas contra Israel.
Mientras en Oriente Medio continúan los bombardeos de Israel contra objetivos palestinos en Gaza y Cisjordania, la Casa Blanca anunció hoy la intervención de una fundación estadounidense y de un banco y una sociedad mercantil cisjordanas por su presunta relación directa con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). El presidente estadounidense, George W. Bush, anunció la congelación de los bienes y activos de «Holy Land Foundation for Relief and Development», con sede en Richardson (junto a Dallas, Texas), y que oficialmente es una organización sin ánimo de lucro y con objetivos caritativos entre los palestinos necesitados de Gaza y Cisjordania.
Esta fundación, que está exenta de impuestos debido a sus fines caritativos, recaudó el año pasado en Estados Unidos trece millones de dólares, y afirma ser la mayor organización caritativa musulmana de este país. Bush afirmó hoy que el dinero de la fundación «va a parar a Hamás» y sus centros de adoctrinamiento de niños en la violencia y la formación de terroristas, así como al apoyo financiero a las familias de los militantes suicidas.