El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Simón Peres, amenazó ayer, en Bucarest, con dimitir del Gobierno de coalición encabezado por Ariel Sharon, si éste «derroca» al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat. Peres y otros ministros laboristas del ejecutivo de Sharon se negaron a votar la pasada madrugada una declaración oficial que declaró a la ANP como «una entidad que apoya el terrorismo». Peres declaró a la prensa en Bucarest que los laboristas «entramos» en la coalición del líder del Likud «porque creímos que sería positivo, pero hay principios a los que nos tenemos que atener, como que la autodefensa siempre debe dejar una puerta abierta» al diálogo.
«No planeamos eliminar a Arafat. No queremos eliminarle», aseguró Peres, que participó hoy en la última jornada del IX Consejo Ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que condenó todas las formas de terrorismo. Señaló que el propio Partido Laborista decidirá conforme a criterios «democráticos, en los próximos días» si sale o permanece en el Gabinete de coalición con el Likud.
Por otro lado el portavoz del primer ministro israelí, Ariel Sharon, declaró que el presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, no parece estar a la altura que se requiere para traer la paz a su pueblo pero «quizás otro responsable diferente pueda conseguirlo». «No tenemos por qué negociar sólo con una persona», declaró a la cadena británica Sky News, Raanan Gissin. «Tenemos que negociar con el pueblo palestino y pensamos que deberíamos darle una oportunidad para conseguir la paz», afirmó el portavoz.