EE UU volvió a bombardear ayer con intensidad el laberinto de cuevas en las proximidades de la ciudad oriental de Jalalabad, donde se sospecha que podría haberse refugiado Osama bin Laden con cientos o, incluso, miles de sus seguidores.
El blanco preciso de los ataques de los últimos días sigue siendo Tora Bora, un complejo de cuevas donde se construyó, con la ayuda de EE UU, una auténtica fortaleza desde la que los «muyahidin» resistieron la ocupación soviética (1979-1989). Fuentes de los cuerpos de seguridad de Jalalabad, capital de Nangahar, aseguraron disponer de unos 1.500 combatientes listos para cercar las Montañas Blancas, aunque creen que serán las tropas de EE UU las encargadas de capturar a Bin Laden. Mientras tanto, dos facciones de la etnia pastún aseguran que avanzan la población, que sigue bajo control talibán, al igual que varias provincias limítrofes.