Estados Unidos reaccionó ayer a los ataques israelíes contra los territorios ocupados y aseguró que Israel tiene el derecho a defenderse. «Israel tiene derecho a defenderse y el presidente lo entiende claramente», declaró el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. Añadió que el presidente de la ANP, Yaser Arafat, es quien tiene la responsabilidad de demostrar que puede frenar y evitar los atentados terroristas.
Mientras, el ministro de Planificación y destacado negociador palestino Nabil Shaat afirmó ayer que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que preside Yaser Arafat, está decidida «a tratar con dureza a quienes quieren bloquear el proceso que ha de desembocar en un Estado independiente» para su pueblo y anunció la detención de más de un centenar de integristas bajo la acusación de haber participado en la ola de atentados contra Israel el pasado fin de semana.
Los atentados de integristas palestinos en las ciudades israelíes de Haifa y Jerusalén «dan una imagen muy fea y maligna de nosotros ante el mundo en general y ante EE UU en particular, y somos serios en tratar con dureza a los responsables porque queremos que los estadounidenses sigan con lo que prometieron hacer», dijo Shaat. El mentor espiritual del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), Ajmed Yasín, ha sido puesto bajo arresto domiciliario por orden de Arafat. Así lo informa ayer el boletín diario del movimiento, que agrega que el asistente del jeque Yasín, Ismail Haníe, fue encarcelado.
Por su parte, la Asamblea General de la ONU recordó anoche que desde hace veinte años el Consejo de Seguridad exige la retirada de las misiones diplomáticas que algunos países tiene en Jerusalén. La resolución recuerda que desde 1980, la Asamblea General considera ilegales todas las leyes y medidas administrativas adoptadas por Israel en Jerusalén, especialmente la llamada «ley básica», en la que se declara a la Ciudad Santa como la capital eterna e indivisible del Estado judío. Finalmente, señalar que el precio del crudo comenzó la semana en al alza y subió el 3'4 por ciento debido al temor a una interrupción de los suministros desde el Golfo Pérsico por el aumento de la tensión bélica entre israelíes y palestinos.