El enviado especial del Kremlin para Asuntos de Emergencia, Nicolai Karutzov, advirtió ayer de que un eventual ataque a Irak dentro de la lucha actual contra el terrorismo global, supondría «una catástrofe» para todo Oriente Medio. «Lanzar un ataque contra Irak sería una gran catástrofe para esta región. Estamos convencidos de que no tuvo nada que ver con los atentados del 11 de septiembre (contra Estados Unidos) y queremos convencer a Washington de ello», dijo Karutzov después de reunirse ayer en Amán con el ministro jordano de Exteriores, Adul Ilah Al Jatib.
La Administración estadounidense ha declarado que continuará su batalla contra el terrorismo en otros lugares del planeta después de Afganistán, entre los que ha sido señalado Irak. Karutzov advirtió también de que un eventual ataque contra Irak afectaría de forma negativa a la solución del conflicto entre palestinos e israelíes. Añadió que es necesario «fortalecer el diálogo entre Naciones Unidas e Irak. Se tiene que encontrar una solución global para la cuestión iraquí». La ONU impuso a Irak un severo embargo económico internacional en agosto de 1990 por su invasión de Kuwait, emirato del que fue expulsado siete meses después por una fuerza multinacional liderada por Estados Unidos.
En 1996, el Comité de Sanciones de la ONU aprobó el programa humanitario «Petróleo por Alimentos», que autoriza a Irak a vender cantidades restringidas de crudo para la compra de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad. Tras alcanzar un acuerdo entre Moscú y Washington, el Consejo de Seguridad de la ONU acordó el jueves por unanimidad prorrogar por seis meses más el citado programa, que expiraba al día siguiente. Esta renovación también fue aceptada ayer por Irak, matizando, sin embargo, que rechazará cualquier reforma del régimen de sanciones aplicado por Naciones Unidas.