Las delegaciones de las distintas facciones afganas presentes en la conferencia de Bonn (Alemania) llegaron ayer a un acuerdo de principio para la creación de un Gobierno provisional de amplia base, supervisado por un «consejo supremo nacional interino», que dirija al país en un período de transición hacia la democracia de seis meses. Tras esta etapa, en primavera se convocará, de cumplirse los plazos, una 'Loya Jirga de urgencia' encargada de establecer un nuevo Gobierno de transición y de abrir un período constituyente de dos años previo a las elecciones democráticas. El objetivo de las delegaciones es que se alcance este acuerdo sobre los puntos de la agenda en un plazo de entre tres y cinco días y en la misma sede de la cumbre, según declaró hoy Ahmad Lawzi, representante del secretario general de la ONU para Afganistán, Lakhdar Brahimi.
Las conversaciones comenzaron a las diez de la mañana después de una jornada, dedicada exclusivamente a las discusiones preliminares sobre la distribución del poder. El objetivo de la conferencia auspiciada por la ONU, que comenzó en un clima de moderado optimismo, es que se llegue a un acuerdo que permita la constitución de una administración provisional y el envío de una fuerza multinacional que restaure la paz en Afganistán. Durante la inauguración de la cumbre, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Joschka Fischer, instó a todas las partes involucradas a «aprovechar esta oportunidad de oro para lograr un Afganistán en paz y unido» después de tantos años de guerra y retó a los delegados a asumir su responsabilidad.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, expresó ayer, en un mensaje dirigido a los delegados, la necesidad de que se llegue a un compromiso que permita el establecimiento de un Gobierno amplio y representativo. «Deben poner en primer lugar los intereses de su pueblo, por encima de otros asuntos», ya que «sólo entonces, este proceso, este intento por romper con el ciclo de miseria y destrucción, de conflicto y violencia, tendrá la posibilidad de que termine con éxito», añadió. Lo cierto es que los líderes de todas las delegaciones afganas presentes en la residencia de Petersberg, en la localidad de Koenigswinter, próxima a Bonn, han usado lenguajes similares en favor de la llegada de una nueva era de dignidad y paz, afirmó Ahmed Fawzi. En la reunión de ayer, los representantes de las facciones afganas aceptaron formar un gobierno de transición de base amplia, que cuente con la participación de todos los grupos étnicos del país, un acuerdo aplaudido por Naciones Unidas, que espera que el Gobierno de transición quede esbozado, y si es posible conformado, en el curso de la cumbre de Bonn.
Esta «administración provisional» estaría compuesta por una veintena de personas y sería supervisada por un «consejo supremo nacional interino», que haría las veces de Parlamento. Esta fase se prolongaría durante unos seis meses y desembocaría, la próxima primavera, en la convocatoria de una 'Loya Jirga de urgencia', que crearía un Gobierno de transición para un segundo periodo de dos años durante el cual el Consejo Nacional trabajaría en la redacción de una nueva Constitución. Finalmente, se convocarían elecciones. De las cuatro delegaciones afganas representadas en Bonn, la más amplia es claramente la Alianza, que desde hace pocas fechas controla la capital del país, Kabul, y que cuenta con unas victorias militares que siembran seriasdudas sobre hasta qué punto está dispuesta a cumplir con su compromiso a compartir el poder.
Organismos internacionales discuten sobre la
reconstrucción de Afganistán
Unos doscientos delegados de diversos organismos, entre ellos el
Banco Mundial, la ONU, y el Banco para el Desarrollo de Asia,
inauguraron ayer en la capital paquistaní una conferencia
internacional sobre la reconstrucción de Afganistán, mientras en
Bonn comenzaba el foro interafgano. Durante tres días los delegados
discutirán cómo poner en marcha la reconstrucción del país una vez
concluida la crisis desatada por los ataques estadounidenses contra
Afganistán después de que la milicia islámica talibán se negara a
entregar a Osama Bin Laden, acusado de los atentados del 11S.