Unos 1.600 soldados de la Infantería de Marina se han unido a comandos especiales, unidades de combate de la CIA y milicianos afganos animados por la recompensa de 25 millones de dólares ofrecida por el Pentágono, en la búsqueda del saudí Osama bin Laden. Con la presencia de los «marines», las fuerzas de Estados Unidos dentro de Afganistán alcanzan estos días su mayor número, después de la súbita y sorprendente caída de los talibanes.
Los comandos y unidades especiales del Pentágono tienen como mejor ayuda el respaldo de los comandantes afganos anti-talibanes que pueden guiar sobre el terreno a los soldados norteamericanos en la búsqueda de Bin Laden y sus lugartenientes. Los 25 millones de dólares han sido ofrecidos por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como recompensa a la información que sirva para localizar a Bin Laden.
La portavoz del Pentágono, Victoria Clarke, dijo ayer que no sabía en qué moneda ni en qué forma se pagaría esa recompensa, con la cual Washington espera atraer delatores en uno de los países más empobrecidos del planeta. Rumsfeld confía en que esa extraordinaria suma de dinero pueda incitar a muchos cabecillas afganos a delatar al saudí y a los miembros de la red terrorista de Al Qaeda.
Por otro lado El subsecretario adjunto de Asuntos Públicos del Departamento del Tesoro estadounidense, Rob Nichols, aseguró ayer que su Gobierno ha congelado hasta ahora un total de 56 millones de dólares pertenecientes a cuentas de Bin Laden. Además, precisó que 27 millones de dólares fueron bloqueados en Estados Unidos y el resto, en distintos países del mundo entre los que se encuentra España. Nichols Agradeció la colaboración internacional, en especial, «el papel que ha desempeñado España en varias áreas», entre las que destacó las directivas dirigidas a las entidades bancarias «para encontrar el dinero oculto» de los terroristas.