Las Naciones Unidas afirmaron ayer que acelerarán las negociaciones para reunir al máximo número posible de representantes afganos con el fin de preparar un gobierno interino para cuando caiga el régimen talibán. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que había recibido el respaldo de Estados Unidos, Rusia y los países fronterizos a Afganistán para ampliar las consultas y seguir siendo el principal responsable de la solución política al conflicto.
Annan reconoció que la institución debe actuar rápidamente para adecuar la «estrategia política y humanitaria» a la marcha de la campaña militar en Afganistán, donde las tropas de la Alianza del Norte están haciendo importantes progresos. Lakhdar Brahimi, enviado especial de la ONU para Afganistán, declaró, por su parte, que intentaría reunir «lo antes posible» a representantes de todos los grupos étnicos afganos para estudiar los arreglos para un gobierno interino que asuma el control del país», una vez que la campaña militar finalice.
Preguntado si también se incluiría a los talibán como quiere algún país fronterizo, Brahimi contestó que el nuevo gobierno intentaría incluir «a todo el mundo que esté dispuesto a participar», resaltando que será lo más representativo posible. Annan reconoció que la aceleración de los acontecimientos sobre el terreno obligaba a la organización a ser «flexible y moverse de forma rápida» y resaltó que Brahimi va a intensificar los contactos con todas las facciones que se encuentran envueltas.