El Ejército estadounidense utilizó ayer helicópteros para atacar Kabul, sin provocar ninguna respuesta de las defensas antiaéreas talibán, según los testigos. Se trata del primer ataque de estas características desde el comienzo de los bombardeos, hace dos semanas. Los bombardeos aéreos convencionales sobre Kabul también se reanudaron ayer.
La aviación estadounidense bombardeó igualmente la línea de frente entre los talibán y los combatientes de la oposición en la provincia de Samangán (norte), donde se desarrollaban intensos enfrentamientos. «Vimos helicópteros sobrevolando Kabul», afirmó el ministro talibán de Cultura e Información, Qudratulah Jamalel, quien añadió que «ningún norteamericano aterrizó o saltó de los helicópteros».
La capital afgana también fue sobrevolada durante la pasada noche por aviones de reacción a baja altura. Las baterías antiaéreas de los talibán, que se escuchaban hasta el sábado en Kabul, ayer se quedaron mudas. Estos vuelos hacen suponer que, después de dos semanas de bombardeos ininterrumpidos, el Ejército estadounidense ha adquirido mucha confianza frente a la defensa aérea talibán, que estaría muy diezmada.
La oposición de la ALianza del Norte lanzó una ofensiva con la ayuda de Estados Unidos y ayer continuaron los intensos combates en las líneas de frente de Darae Suf (norte). El debilitamiento de la defensa aérea de los talibán, uno de los blancos de la campaña aérea, podría facilitar la realización de operaciones terrestres, como la que llevaron a cabo varios comandos paracaidistas el viernes por la noche en el sureste de Afganistán.