El presunto terrorista de origen saudí Osama Bin Laden advirtió ayer a los estadounidenses que «nunca estarán a salvo y en seguridad» a menos que lo estén los musulmanes y los habitantes de Palestina, al tiempo que pidió a Dios que le apoye en la «destrucción de América» por la muerte de árabes en las últimas décadas. En un mensaje grabado y difundido ayer por la noche por la cadena de televisión qatarí Al-Jazira, Bin Laden indicó que lo sufrido por Estados Unidos es «muy poco» en comparación con lo sentido por los musulmanes en Palestina y Líbano, así como por los «niños inocentes que mueren todos los días en Irak», sin que haya «ninguna culpabilidad» para los atacantes.
«Vemos estos campos que construyen los israelíes en tierras árabes y no escuchamos a nadie contestando a esto», señaló Bin Laden, presumiblemente desde las montañas de Afganistán, quien prosiguió su desafío a Estados Unidos al indicar que con los atentados del pasado 11 de septiembre «Dios le ha dado (a América) lo que se merece».
Bin Laden denunció el comportamiento de varios países de Oriente Próximo «que se creen musulmanes» y que han ayudado a Washington en su nueva coalición anti-terrorista, por lo que aseguró que sus hombres «defenderán nuestra religión cuando ellos (los estadounidenses) vienen para luchar contra el Islam».
Asimismo, Bin Laden señaló que el hecho de respaldar la religión árabe «está llevando vientos de cambio hacia la Península Arábiga y América» y se encomendó a Dios al advertir que los estadounidenses «nunca sentirán seguros y en seguridad, al menos que nosotros tengamos seguridad en nuestra propia tierra y en Palestina».