Los responsables talibán de Kabul enviaron ayer una comisión especial de investigación a Jalalabad (en el este de Afganistán) para determinar si la periodista británica Yvonne Ridley es una espía, según anunció la agencia próxima al régimen talibán Afgan Islamic Press (AIP).
La agencia, con sede en Pakistán, no precisó cuánto tiempo durará la investigación. «Queremos verificar si esta mujer es periodista o si trabaja para una agencia de espionaje», declaró un responsable talibán citado por AIP. Oficiales talibán indicaron desde Jalalabad que Ridley se encontraba en «buen estado». «Pide comida cuatro o cinco veces al día, fuma y también pide ropa, pero le damos de todo. Todo le va bien», aseguró la fuente.
Ridley fue detenida el pasado viernes en Afganistán con dos «guías» vestida con un burqah, el velo tradicional de las mujeres afganas que las cubre de la cabeza a los pies, a unos 15 kilómetros de la frontera paquistaní.
Según otro responsable «no está encerrada en una habitación. Vive en una casa con patio y jardín. A veces está en su habitación, a veces en el jardín», indicó.
Por otra parte, el presidente del Tribunal Supremo de Afganistán aseguró a los cooperantes extranjeros acusados de propagar el cristianismo que un supuesto ataque de EEUU no tendrá ningún impacto sobre su juicio, que ayer se reanudó en Kabul.