El Consejo de Seguridad de la ONU reforzó el viernes la lucha antiterrorista con la adopción de una resolución, calificada de «histórica» por algunos embajadores, que apunta especialmente a cortar las fuentes de financiación de las bandas terroristas internacionales. «Algunas veces en la vida diplomática se tiene la sensación de que se está haciendo historia. Creo que hoy el Consejo de Seguridad ha hecho historia», afirmó tras la adopción del texto el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador francés, Jean-David Levitte.
Levitte añadió que, tras los atentados perpetrados el 11 de septiembre en los Estados Unidos, que causaron más de 6.000 muertos, esta vez «se ha adoptado una ambiciosa y completa estrategia para luchar contra el terrorismo en todas sus formas y en todo el mundo». La decisión del Consejo de Seguridad exige a los 189 miembros de la ONU «prevenir y suprimir la financiación de actos terroristas» y «negar el refugio a todos aquellos que financian, planifican, apoyan o cometen actos terroristas».
Esas medidas fueron adoptadas porque «el terrorismo internacional «constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional» y están amparadas en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas que permite el uso de la fuerza para obligar a su cumplimiento. La resolución fue introducida el viernes por los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad y adoptada en poco más de 24 horas y por unanimidad. Ello supone una celeridad y un acuerdo poco habituales en el máximo órgano de decisión de las Naciones Unidas, donde normalmente cualquier resolución necesita de semanas y, a veces, hasta meses de examen para alcanzar el consenso.