La decisión del primer ministro israelí, Ariel Sharón, de aplazar de nuevo la entrevista entre el titular de Exteriores, Simón Peres, y el líder palestino, Yaser Arafat, ha provocado una grave crisis en su Gobierno de unidad nacional, que el dirigente laborista amenaza con abandonar.
La ruptura definitiva está supeditada a una decisión del Comité Central del Partido Laborista, por lo que de momento Peres anunció la voluntad de «irse de vacaciones», un paso previo a dejar la coalición del primer ministro derechista, Ariel Sharón. «Todos los ministros laboristas respaldan la postura de Simon Peres y mañana exigirán a Sharón que comience a negociar un alto el fuego con Arafat», dijo Efi Oshaia, coordinador laborista de la coalición parlamentaria gubernamental.
Oshaia se refería a la decisión de Peres «de irse de vacaciones» en respuesta a Sharón por prohibirle entrevistarse con el presidente palestino, Yaser Arafat, para tratar de alcanzar un alto el fuego y reanudar las negociaciones con los palestinos.
Peres comunicó esta decisión a sus colegas laboristas del Consejo de Ministros en una reunión especial para discutir los próximos pasos de su partido dentro del gobierno de coalición nacional, dominado por la derecha nacionalista.
Por el momento, el jefe de la diplomacia israelí ha congelado su decisión hasta hoy, lunes, cuando el grupo de ministros laboristas se reunirá con Sharón, a quien exigirán que negocie con Arafat.