El presidente estadounidense, George W. Bush, aseguró ayer, en el tradicional mensaje radiofónico de los sábados, que la economía de su país se recuperará pese a los ataques terroristas perpetrados el 11 de septiembre. «Han derribado un símbolo de la prosperidad de Estados Unidos, pero no han podido tocar su fuente», dijo Bush. El presidente de EEUU agregó que «la riqueza de nuestro país no está contenida en cristales y acero. Se encuentra en la destreza, el trabajo y la iniciativa de nuestro pueblo. Y éstas permanecen tan fuertes como hace dos semanas».
Sin embargo, Bush admitió que «nuestra economía ha sufrido un
impacto».
Los efectos de los ataques sobre la economía, que ya estaba en
crisis antes del pasado día 11, se recrudecieron especialmente en
la industria de la aviación comercial y los valores bursátiles
sufrieron descensos abruptos sin precedentes. «Sin embargo, pese a
todos esos desafíos, la economía de Estados Unidos sigue siendo
fundamentalmente fuerte», afirmó Bush. El presidente también se
refirió en su discurso a los esfuerzos que realiza su gobierno, en
armonía con el Congreso, para acudir con ayuda de emergencia a los
sectores más afectados.
El Gobierno ya aprobó la entrega inmediata de 3.000 millones de dólares para las líneas aéreas y el Congreso aprobó otro programa de asistencia para la industria de la aviación. «Esto ayudará a las líneas aéreas a mantener su estabilidad a corto plazo mientras se avanza hacia la concreción de una viabilidad a medio plazo en beneficio de todos los trabajadores y otras empresas que dependen de los viajes aéreos», expresó Bush.