Joan Carles Salvà Trobat es farmacéutico y es el representante de la comunidad musulmana de mallorquines, que está formada por unas 30 familias. Se convirtió a la religión musulmana en 1986, tras el ataque que realizaron los norteamericanos en Libia. «Me hice musulmán por muchos motivos, pero sobre todo por el buen ejemplo que mostraron otros musulmanes», explica. Tras el ataque terrorista a EE UU las sospechas sobre la autoría de esta acción han recaído sobre fundamentalistas islámicos, lo que ha supuesto una gran preocupación para el mundo musulmán, sobre todo por las futuras consecuencias.
Salvà Trobat se muestra especialmente sensible ante esta situación, pero afirma que no es cierto que los autores de la masacre sean «verdaderos musulmanes, porque la religión no acepta a los terroristas». El representante de la comunidad musulmana mallorquina se queja de las informaciones que han surgido sobre este tema que intentan relacionar al terrorista Bin Laden y a los talibanes de Afganistán con todos los musulmanes. «El talibán es un wahibi, es decir, una persona que no sigue ninguna de las cuatro escuelas reconocidas en el Islám», explica Salvà, y por tanto «nosotros no los aceptamos como verdaderos musulmanes».
Esta comunidad mallorquina no sólo no entendería ni seguiría una guerra santa (como anuncian los talibanes), sino que es partidaria de que las autoridades religiosas de Afganistán «entreguen al terrorista Bin Laden, siempre que se demuestre que está implicado en el atentado». El farmacéutico mantiene que las ideas que defienden los talibanes no tienen ningún sentido, e incluso las califica de «pensamiento delirante». «Los wahibi (talibán) defienden que el mundo debe volver a las leyes del origen de Corán, sin tener en cuenta ni su evolución, ni los estudios que se han hecho sobre la religión. No tiene ningún sentido».
Sin embargo, Joan Carles Salvà también se muestra muy crítico con la postura americana sobre este conflicto y sobre las posibles consecuencias del ataque que se está preparando. «Los que han inventado a los talibanes y a Bin Laden son ellos. El dinero de Bin Laden no está en estos países islámicos, está invertido en los bancos americanos. No es cierto que el ataque haya minado el sistema capitalista».