Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE dieron ayer su apoyo a la instauración de una orden europea de detención y entrega, que sustituirá a la extradición, y encargó a los ministros de Interior y Justicia que precisen en diciembre próximo ese acuerdo y fijen «con urgencia» sus modalidades. Además, el Consejo de la UE pidió a esos ministros que «procedan a la identificación de presuntos terroristas en Europa, así como de organizaciones que les apoyan a fin de establecer una lista común de organizaciones terroristas». A este respecto, los líderes de la Unión destacaron que «se impone una mejor cooperación y un mejor intercambio de informaciones entre todos los servicios de información y espionaje de la UE. Con este objetivo, se crearán equipos comunes de investigación».
Señalaron que «los estados miembros compartirán con Europol, sin demora y de forma sistemática, cualquier dato útil en materia de terrorismo. En el seno de Europol, se constituirá un equipo de especialistas anti-terroristas lo antes posible. Este equipo colaborará estrechamente con sus homólogos estadounidenses». El Consejo Europeo indicó que desea que se concluya antes de finales de este año un acuerdo de cooperación entre Europol (la oficina de policía europea) y las autoridades competentes estadounidenses.
Al mismo tiempo, los líderes de la UE consideraron que es «legítimo» que EE UU tome represalias por los atentados y se declararon dispuestos a participar en «acciones selectivas». El Consejo Europeo, máximo órgano político de la UE, se declaró «enteramente solidario con el pueblo americano» y «cooperará con EE UU para llevar ante la justicia y castigar a los autores, los responsables y los cómplices de estos actos de barbarie».
Los estados miembros de la UE «están dispuestos a participar, cada uno según sus medios, en tales acciones», las cuales «deberán ser selectivas». Dichas represalias «podrían dirigirse igualmente contra los estados que ayuden, sostengan o den cobijo a los terroristas», añaden los Quince. La declaración puntualiza que las acciones de castigo «precisarán de consultas estrechas con el conjunto de los estados miembros de la Unión Europea». Además, los Quince apelaron a la formación de «una coalición lo más amplia posible contra el terrorismo, bajo la égida de las Naciones Unidas». El presidente del Gobierno español, José María Aznar, consideró ayer, al término del encuentro, que los pasos dados ayer son muy importantes para el desarrollo de la Europa comunitaria y suponen «un día trascendental para la lucha contra el terrorismo en España».