La Asociación Española de Compañía Aéreas (AECA) ha remitido una carta al Gobierno en la que advierte de que «se verán obligados a parar todas las flotas el próximo lunes», día 24, si el Ejecutivo no se compremete a cubrir los gastos que pudieran exceder la cobertura de los seguros que tienen las compañías aéreas, cuyo límite ha sido fijado a partir del día 25 de septiembre en 8.980 millones de pesetas (50 millones de dólares/53'9 millones de euros) por avión, según informó ayer esta organización, que integra a todas las aerolíneas privadas españolas, excepto a Iberia.
Las fuentes indicaron que, «en circunstancias como las actuales en la que es muy probable un conflicto bélico y en la que el sector atraviesa una crisis», la decisión de las aseguradoras de rebajar la cobertura de los seguros hasta los 8.980 millones de pesetas, obliga a las compañías aéreas a solicitar «una urgente contestación del Gobierno para no vernos obligados a para todas las flotas». Las compañías aéreas KLM y Sabena se sumaron también a la amenaza de suspender todos sus vuelos si las aseguradoras no cambian sus condiciones para casos de terrorismo y guerra.
Con el fin de evitar esta situación, los gobiernos de Reino Unido y Alemania ya han decidido compensar a las aerolíneas, lo que les permitirá seguir operando. Como consecuencia de los atentados terroristas en Nueva York y Washington, las aseguradoras dieron de plazo hasta la medianoche del lunes para renegociar los contratos con las compañías aéreas, al tiempo que amenazan con excluir de las pólizas la cobertura de sucesos ocasionados por el terrorismo o la guerra.
Mientras, el presidente de la compañía Iberia, Xabier de Irala, ha remitido una carta a sus empleados para informales sobre la situación de la aerolínea tras los atentados en Estados Unidos, así como de las medidas que estudia poner en marcha para atenuar los efectos, entre las que no descarta un recorte de plantilla, la paralización de nuevas contrataciones, la reducción de la flota, así como un replanteamiento de las rutas.
En concreto, De Irala informa de que «no está descartado la reducción de personal, temporales o definitivos». Asimismo, se revisará la programación con el fin de reducir los destinos de forma «selectiva y orientada a eliminar rutas aún deficitarias o que puedan pasar a serlo». Respecto a la flota, Iberia revisará, para su devolución, los contratos de alquiler de los aviones que mantiene con Air Europa y Air Atlanta, lo que supondrá la supresión de 24.600 horas de vuelo al año.