El régimen afgano de los talibán reiteró ayer que no entregará al disidente saudí Osama Bin Laden a pesar de la advertencia del presidente de EE UU de que si no lo hacen «compartirán su suerte». «Entregarle a América o forzarle a salir del país es un insulto al Islam y a la 'sharia' (ley islámica), declaró el embajador de los talibán en la capital paquistaní, Abdul Salam Zaeef. En una conferencia de prensa, el diplomático insistió en que la postura de los talibán hacia Bin Laden «no ha cambiado», en referencia a lo mantenido por el régimen de esta milicia de que no entregarán al disidente saudí sin pruebas sobre su implicación en los actos terroristas. «Estamos listos para cooperar si se nos enseñan las evidencias», afirmó Salam Zaeef, pero «nunca nos rendiremos ante el poder y la fuerza».
Zaeef precisó además que los talibán no están obligados a cumplir la resolución aprobada ayer por el Gran Consejo 'shura' de teólogos afganos, que les recomienda persuadir a Bin Laden para que abandone «voluntariamente» el país. «No hay obligación. Como ven es sólo una sugerencia», afirmó el embajador de los talibán. La segunda resolución del Gran Consejo, al término de dos días de discusiones en la capital afgana, es una llamada a la 'Yihad' (Guerra Santa) si Estados Unidos ataca Afganistán. En ese caso, añadió Salam Zaeef, «los musulmanes de todo el mundo están obligados» a participar en la guerra.
Durante la conferencia de prensa, el embajador pidió «una investigación neutral y meticulosa» sobre los atentados con la mediación de la ONU. «Si los organismos americanos insisten en culpar a Bin Laden nunca serán capaces de coger a los culpables», aseguró. Respecto a las informaciones aparecidas ayer en la prensa paquistaní según las cuales un ex ministro de Interior afirmaba que Osama Bin Laden abandonó Afganistán hace cuatro días, Salam Zaee aseguró que no tienen noticia sobre el actual paradero del disidente saudí, lo que según los analistas se ha interpretado como una estratagema de los integristas para ganar tiempo.
Los talibán suspendieron ayer las comunicaciones entre las oficinas de la ONU en Kabul y el mundo exterior, según un portavoz de Naciones Unidas. El régimen islamista pidió «a todas las agencias de la ONU que se encuentran en Kabul que suspendan todos sus medios de comunicación», según el portavoz. «Naciones Unidas difundió una nota verbal pidiendo a las autoridades talibán que no autoricen más que una radio de alta frecuencia en cada oficina de la ONU para llevar a cabo operaciones de emergencia», señaló el portavoz.