El pánico y la confusión está inundando las ciudades estadounidenses tras el ataque terrorista contra Nueva York y Washington del martes, donde las amenazas de nuevas bombas está provocando la psicosis en las grandes núcleos urbanos de todo el país. En los últimos días, especialmente ayer, numerosas amenazas de bombas en edificios del gobierno federal, oficinas y escuelas, afectaron a Miami y otras ciudades estadounidenses, según informaron ayer las autoridades estadounidenses. La policía de Miami evacuó seis edificios del centro de la ciudad, incluyendo la corte federal y la del condado, después de que informantes anónimos dijeron haber colocado explosivos en los inmuebles. En Washington, la Universidad Americana cerró su recinto tras recibir dos amenazas de bomba.
En Delaware, cinco amenazas de bombas hechas desde teléfonos celulares y públicos provocó la evacuación de dos edificios gubernamentales, una corte, dos complejos de oficinas y una farmacia en el centro de la ciudad de Wilmington. «Hay personas que se están aprovechando de la conmoción del país», dijo el teniente de la Policía de Miami, Bill Schwartz. Las amenazas de bomba hechas ayer contra dos tribunales resultaron ser falsas.
La policía evacuó a los empleados del edificio «Claude Pepper», que alberga oficinas federales como archivos de casos de bancarrota, mientras los investigadores revisaban paquetes sospechosos, dijo Schwartz. Asimismo, a sólo unas cuadras Corte del Condado de Miami-Dade fue allanada y evacuada después que un informante anónimo llamó atribuyéndose haber colocado una bomba. También, anoche fueron evacuados el Capitolio, sede del Congreso de Estados Unidos, y el Pentágono.
En el Capitolio se trataba de un paquete sospecho y en la sede de Defensa se recibieron dos amenazas de bomba. La Universidad Americana en Washington, que cuenta con más de 10.000 estudiantes, evacuó sus aulas y dormitorios luego de recibir dos llamadas telefónicas.