La determinación de Estados Unidos a terminar con el terrorismo ha disparado todas las alarmas entre los movimientos islámicos del mundo árabe, mayoritariamente hostiles a la política de Washington en Oriente Medio. «Aunque todavía no hay criterios sobre qué organizaciones deben ser castigadas, los movimientos islámicos radicales y moderados están enormemente preocupados» respecto a las nuevas medidas antiterroristas que puedan adoptar EE U, dijo el presidente del Centro de Derechos Humanos Hisham Mubarak, Jaser Abdel Razek.
En las últimas tres décadas han aparecido en el mundo árabe docenas de grupos radicales islámicos, principalmente, en Egipto, el Líbano, los territorios palestinos ocupados, Yemen, Túnez y Argelia. El nacimiento de algunos de ellos se debió al conflicto árabe-israelí, otros surgieron como respuesta al establecimiento de tropas extranjeras en el golfo Pérsico y los restantes, para combatir los regímenes de su propio país, como los casos de Egipto, Túnez y Argelia.
Pero no alcanzarían notoriedad internacional hasta 1983, cuando «militantes islámicos» protagonizaron dos ataques suicidas contra los cuarteles generales en Beirut de las tropas estadounidenses y francesas, destacadas en la capital libanesa tras la invasión israelí de 1982. En estos atentados murieron 241 soldados norteamericanos y 47 miembros del contingente militar francés destinado en Beirut.
«Existen grandes posibilidades de que Hizbulá, HAMAS y Yihad islámica figuren entre los grupos designados para ser castigados», indicó un activista islámico palestino, que pidió mantener el anonimato por seguridad. «Si la coalición internacional clasifica como terroristas que deben ser castigados a los grupos que combaten la ocupación israelí en los territorios palestinos, creo que Oriente Medio será escenario de acciones terroristas contra Estados Unidos y los países que lo apoyen», añadió.