La residencia del líder del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), Kais Abdel Karim, en la ciudad autónoma de Ramalá, fue escenario ayer de una misteriosa explosión que los dirigentes palestinos calificaron de nuevo intento de asesinato selectivo por parte del Ejército israelí. El edificio, de seis plantas, tuvo que ser evacuado por los bomberos dado que una gran columna de humo emanó desde el garaje hacia las plantas superiores, donde varios vecinos resultaron heridos por inhalación de gases tóxicos.
La oficina del portavoz de Ejército denegó relación alguna con la explosión, al tiempo que denunció la presunta intención por parte de la guerrilla libanesa Hezbolá de poner en práctica un «ataque espectacular» en el pueblo dividido de Gayar. Los bajos del edificio donde tiene su residencia particular el máximo dirigente del FDLP en los Territorios Palestinos quedaron totalmente destruidos, después de que se produjese una fortísima explosión, cuyo origen sigue siendo un misterio.
Los servicios de rescate tuvieron que evacuar a varios vecinos del inmueble con escaleras telescópicas, dado que un humo de gran toxicidad comenzó a infiltrarse por todos los apartamentos del edificio, especialmente por los situados en la vertical del epicentro de la explosión. Varios de los residentes tuvieron que recibir oxígeno en el momento. Dos de ellos tuvieron que recibir tratamiento hospitalario por inhalación de los gases.
La autoría de la explosión sigue siendo motivo de polémica. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) acusó a las fuerzas de seguridad israelíes de estar detrás de ella. El ministro palestino Abed Rabbo se congratuló por lo que denominó «fallido intento de asesinato de otro de nuestros líderes políticos».