La huelga general de protesta convocada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tras la ocupación de la Casa de Oriente por tropas israelíes fue secundada ayer en todos los territorios palestinos, pero sólo en Jerusalén se registraron choques entre manifestantes y la policía. Sin embargo, la jornada de protesta acabó de manera trágica después de que un palestino gravemente herido por disparos de policías israelíes en un retén de carretera entre Jerusalén y Ramalá (Cisjordania), murió en el hospital Hadassah de Jerusalén, anunció la radio pública israelí.
Los policías dispararon después de que el palestino, que circulaba en un vehículo, intentara forzar el retén, añadió la emisora. Además, al menos trece palestinos resultaron heridos en los disturbios que se desencadenaron cuando decenas de manifestantes se acercaron ayer a la Casa de Oriente, en Jerusalén Este, para protestar por la ocupación de la sede oficiosa del Gobierno palestino en esta ciudad.
Observadores israelíes destacaron el hecho de que mientras miles de palestinos salían a la calle en Cisjordania y Gaza «para defender Jerusalén», el número de manifestantes palestinos en esa ciudad no llegó al centenar, y ello gracias a numerosos extranjeros y a un «ejército de periodistas». Los incidentes comenzaron cuando la policía ordenó a los manifestantes que retiraran las banderas palestinas que algunos de ellos ondeaban, así como otras pancartas que condenaban la ocupación israelí del recinto, considerado símbolo de la presencia palestina en Jerusalén, cuya zona oriental la ANP aspira a declararla capital de su futuro Estado independiente.
La huelga fue convocada por la ANP, que preside Yaser Arafat, y secundada de forma estricta con el cierre de comercios y actividades públicas en las principales ciudades y aldeas palestinas en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental. Por otro lado, funcionarios palestinos dijeron ayer que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) no dialogará con Israel hasta que este país no restituya la Casa de Oriente en Jerusalén Oriental y el líder palestino, Yaser Arafat, sea aceptado como interlocutor.