El general Augusto Pinochet aguarda «de buen ánimo» un fallo de los tribunales que podría suspender el proceso por violaciones a los derechos humanos en su contra y que será dado a conocer posiblemente hoy lunes. La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ha mantenido durante dos semanas la incógnita respecto del sobreseimiento de la causa contra Pinochet por motivos de salud mental. Y ahora deberá entregar su resolución en medio de un clima enrarecido por los rumores que circularon este fin de semana sobre el fallecimiento del ex gobernante militar y la confirmación del empeoramiento de su salud.
Fuentes cercanas a la familia Pinochet afirmaron que el desaforado senador vitalicio amaneció ayer «con mucho mejor ánimo» tras pasar una «buena noche» después de la tensa jornada del sábado, cuando fuertes rumores en Chile le dieron por muerto, en medio de afirmaciones y desmentidos caóticos. «En la mañana (ayer) lo chequeó el médico y las enfermeras le inyectaron antibióticos y ahora está descansando nuevamente, pero en todo caso pasó una noche normal», afirmó el portavoz del ex gobernante militar, general en retiro Guillermo Garín.
El general negó que el ex jefe del Ejército, de 85 años, esté «moribundo», como declaró el sábado su hija menor, Jacqueline, y atribuyó esta expresión a un arrebato «emocional». «El ha respondido al tratamiento que se le ha hecho. Se ha atacado cada una de las afecciones que se le presentaron en esta crisis, que es la más seria que ha tenido desde su regreso de Londres», enfatizó. Pinochet fue trasladado a su residencia de La Dehesa, en Santiago, la noche del viernes pasado tras permanecer 5 días internado en el Hospital Militar a causa de problemas originados por diabetes, hipertensión arterial, retención de líquidos, insuficiencia cardiaca y una infección maxilofacial.