El Foro Económico Mundial inauguró esta tarde, en Salzburgo, la «Cumbre Económica Europea» con un gran despliegue policial que logró impedir que centenares de manifestantes contra la globalización se acercasen a la sede de la conferencia. Aunque esta reunión se celebra aquí por quinta vez consecutiva, es éste el primer año en que las autoridades consideraron necesario un enorme despliegue policial, el mayor en la historia de la II República de Austria (desde 1945), para proteger a los cerca de 700 participantes.
Las protestas no han sido, hasta ahora, tan violentas como se temía tras los recientes disturbios en Gotemburgo, pero tras un comienzo tranquilo la tensión aumentó hasta llegar a las piedras y los palos. Unas 1.500 personas se congregaron ante la estación de trenes de la ciudad para manifestarse en contra de la globalización y del foro, conocido como Foro Davos.
Todo transcurrió pacífica y alegremente hasta que una parte de los manifestantes lograron escapar al cordón de agentes del orden y se pusieron en marcha rumbo al Kongresshaus, donde habían ya comenzado los debates del foro. Al llegar a las vallas con las que la policía los bloqueó, se produjeron algunos incidentes violentos, en los que hubo pedradas, por parte de un grupo de entre 70 a 80 «encapuchados», y golpes de porra policial, tras lo cual volvió a tranquilizarse la situación.