En una escueta declaración, el banco central aseguró que el principal peligro es «la debilidad económica», pues la inflación permanece «contenida», un posible signo de que sigue dispuesto a rebajar los tipos de interés en un futuro próximo. El recorte aprobado ayer ha sido el sexto y el más suave en la agresiva política de alivio monetario adoptada este año por el banco que preside Alan Greenspan, que ha supuesto una reducción total de los tipos de interés en 2'75 puntos porcentuales.
El banco central estadounidense trata de esta manera de evitar que la fuerte ralentización que sufre la primera economía del mundo, con niveles de crecimiento que apenas exceden el 1 por ciento desde octubre de 2000, desemboque en una recesión (crecimiento negativo). Al término de una reunión de dos días, el Comité de Mercado Abierto de la Fed aprobó también una rebaja de un cuarto de punto en el tipo de descuento que aplica a sus propios préstamos, ahora del 3'25 por ciento. En un primer momento, los mercados estadounidenses reaccionaron con decepción pues, aunque desde hace días estaban convencidos de que se aprobaría un nuevo recorte de los tipos de interés, deseaban que fuese de medio punto. Al cierre, Nueva York acabó como empezó el día.
La economía de EE UU sufre una brusca desaceleración, pero los analistas están divididos acerca de cuál será su duración y también sobre si provocará, en último término, una contracción en el crecimiento económico. El asunto ha hecho correr ríos de tinta en las páginas de los periódicos y ha generado miles de horas de debate en los medios audiovisuales, pero desde hace meses se suceden resultados contradictorios que no aclaran el futuro económico del país.
La primera economía del mundo vive una expansión ininterrumpida desde 1991, fecha de su última recesión, pero desde el último trimestre de 2000 experimenta una clara ralentización, con un flojo ritmo del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Entre octubre y diciembre de 2000, el PIB creció un 1% y, en el primer trimestre de este año, lo hizo un 1'3%, aunque es probable que ese porcentaje baje en la tercera revisión que realizará esta misma semana el Departamento de Comercio. El desempleo está aumentando, la producción industrial se hunde y cada día las empresas anuncian nuevos recortes de plantilla pero, por contra, la inflación aparece controlada y el gasto de los consumidores ha subido un poco en el primer trimestre del año.