Agotados por diez años de reformas económicas sin resultados palpables, los búlgaros se disponen a celebrar hoy elecciones legislativas en las que el que fuera anteriormente rey, Simeón II, parte como favorito bajo la promesa de un futuro mejor.
El antiguo monarca asegura que, en caso de ganar, aumentaría las pensiones de jubilación y algunos salarios, además de garantizar créditos a los pequeños empresarios y luchar contra la corrupción.
Un sondeo vaticina la victoria del Movimiento Nacional Simeón II (MNS II) con el 38% de los votos, frente a la coalición de derechas en el poder, las Fuerzas Democráticas Unidas (FDU), que cuenta con el 17%, y la dirigida por el Partido Socialista (PSB, ex comunista), con un 16%.